lunes, 20 de septiembre de 2010

A comer se dijo.

Me he deleitado con la cocina brasilera, en realidad tienen una gran variedad de platos y cada vez que entro a un restaurante, me doy cuenta de que hay muchísimos más para experimentar.

Para empezar, desde lo más básico, que es la comida típica diaria del brasilero, a donde quiera que vaya, restaurantes, botecos y bares, me encuentro con un plato con mucho arroz blanco, coles cocinadas, farofa (Harina de yuca con tocino en diminutas porciones y algunos aderezos), frijol blanco y algún pedazo de carne, bien sea de res, pollo o cerdo; algunas veces puede ser también con pescado y todo esto servido en cantidades alarmantes;

Llevándolo a algo un poco menos barato, pero no por eso deja de ser masivo e increiblemente bien elaborado, encontré la Feijoada (frijolada), que es uno de los platos típicos nacionales. Una cazuela enorme de frijol caraota, con carne de cerdo ahumado y una especie de chorizo cortado en finas tajadas al interior, varios platos adicionales que contienen farofa, coles, chicharrón, arroz blanco y el toque más delicioso para mi gusto, cascos de naranja dulces. Esto acompanado de una cerveza fria o un jugo natural, que puede ir desde acerola, açai, carambolo, melon, papaya, naranja, caju, o cualquiera de las variadas opciones frutales que hay en este país.

Ya tuve la oportunidad de probar los salgados (pastelitos, empanadas, frituras de masa de yuca con diversos rellenos), lanches (sandwiches), coxinhas, acarajé (masa de frijol blanco, frita y rellena con camarones y otras salsas), tapioca (masa de yuca asada, rellena de leche condensada y coco) y algunas otras cositas para picar. Pero esto para introducir mi última sorpresa, el Escondidinho, aquí sentí que ya lo había probado todo en la vida, resulta que estos brasileros preparan una carne que dejan secar por varios días, cuando está lista, preparan una especie de puré de yuca y queso y con este, cubren la carne. Acompanado de coles y arroz blanco, es de lejos el plato más rico que me he comido desde que llegué.

Hoy comí Virado Paulista, tenía en mente una cosa, y me llegaron con otra, pero eso pasa cuando se ignora tanto sobre el menú brasilero. Pero en fin, el plato no estuvo nada mal, de hecho también me sorprendió el parecido con nuestra bandeja paisa, estaba hecho con arroz blanco, frijol rojo refrito, coles, costilla de cerdo, chicharrón frito y linguiça calabresa (Una especie de chorizo), ah! y un huevo frito on top ;)

Aún estoy en deuda de parar en el rodizio de carnes, estoy esperando la oportunidad especial para sentarme, pagar R$90 por el puesto en Fogo de Chão y disfrutar una de las comidas más exóticas y relevantes de la cocina brasilera. Obviamente, una vez haya ido, aqui les chismosearé.

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