martes, 30 de noviembre de 2010

No olvidar...

  • Haber visto Tropa de Elite 2 y cerrar la película con la intervención de Wagner Moura y Jose Padilha.
  • Haber ido a la escuela de samba Mangueira.
  • La costilla de res del asado en la casa de Ricardo Rezende, 6 horas de preparación, y desapareció en 10 minutos.
  • El viaje de lapa a Santa Teresa en el bunde en RJ.
  • Los conciertos gratuitos de Nação Zumbi y Otto, el de Norah Jones y el festival completo SWU.
  • La última canción que Bomba Estéreo tocó en el SWU, dejó llena la pista y a todos con ganas de más.
  • El poner del sol desde el Pão de Açucar.
  • La receta super secreta de Liliane.
  • La casa que me prestó Fabio en Juquehy.
  • Los sandwiches de churrasco con ensalada y queso en la panadería Lancaster.
  • Las cervezas de todos los viernes en el boteco de la esquina de la ESPM.
  • Los "vai se foder" de Cássia.
  • Los "gente, gente, gente" de Ricardo
  • Los "gente, gente, gente" de Mauricio. haheaheheah
  • Las profundas explicaciones de Gel, a las palabras que yo no entendía en portugués.
  • Papito.
  • La clase de Ulysses Zamboni
  • Los shotizinhos después de la 6ta cerveijinha.
  • Las hermanas "besta"
  • La limitada vista del exterior desde mi apartamento.
  • La compañía inigualable de Gel, Gersyca, ou Jessica, no importa, yo adoré a mi roomate.
  • La incondicional amistad de Gisele
  • Juliana que se convirtió en nuestra traductora oficial de dirias y sotaques.
  • El apartamento de Esteban a 1 cuadra del mar, maldito.
  • Haber surfeado por primera vez en Pipa, haber agarrado 3 olas.
  • Haber estado en el punto de Suramerica mas cercano a Africa.

Natal, estou indo, já terei histórias tuas para contar.

Selarón me pidió un azulejo.





Yo llegué con miedo a una pequeña calle, me habían dicho que fuera a conocer las escaleras de Selarón que eran las que conducían a una favela, quién no se asusta? El miedo pasó rápido cuando vi las escaleras, algunos restaurantes al rededor, tranquilos, buena comida, puse el pie derecho en el primer escalón y ahí quedé impresionado con lo que se veía hacia arriba, la obra de Jorge Selarón, un Chileno que en agradecimiento al pueblo brasileño comenzó a decorar estas escaleras que hoy son cubiertas por más de 25 mil azulejos que él comenzó comprando, pero que hoy llegan desde más de 60 países diferentes para contribuir con su obra.

la mayor sopresa es que él estaba ahí, yo no sabía que además de esa ser su obra prima, él habita en ella, el decoró las escaleras que llevan a su casa! es sencillamente mágico, me preguntó de dónde eres?, Colombiano, le dije, pensó y dijo "Cartagena es muy linda, viví allá 1 año, dejé muchos amigos" Un tiempo después volví a él y le pregunte si podía tomar una foto de él, se sentó de forma un poco graciosa en sus escaleras y me dijo, "tómala!, tómala así que esta pose de foto me la inventé yo!".

Muy agraciado, muy abierto a hablar, muy delicada su obra en términos de detalles.

Ya tengo un azulejo allí abajo de Cartagena, mi amiga que me acompañaba encontró otro de Cali y antes de salir cerró con un"mándame otro azulejo, que yo aquí lo pongo".

Claro que lo voy a hacer, ya encontraré alguno que contribuya con tremendo espectáculo.

Gracias a los cobradores de ônibus en Brasil.

Hacen una labor adorable, gracias a ellos no me perdí en São Paulo o en Rio, siempre están ahí dispuestos a decirle a las personas donde bajar, por cual camino ir, en fin, gracias, les debo muchas.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Rio, Eu te amo.


Que suerte la mía haber podido visitar por segunda vez Rio de Janeiro, con un poco más de tiempo y dedicación. Conocí sitios impensables, adoré cada paso que di en esta ciudad, se que me falta mucho por conocer, pero las calles del centro, sus majestuosos edificios que seguro abrazan décadas de historia, las escaleras que dirigen a las favelas, la impresionante obra de Selarón, las playas de Copacabana e Ipanema, donde miles de personas se reúnen a hacer sus ejercicios preferidos, a esculpir sus cuerpos que ya hacen parte de la cultura de la ciudad.La basta cadena de morros montañosos y rocosos que se extienden a lo largo de las playas de las tantas bahías y los que se asoman en el interior, hacen de Rio una perfecta obra geográfica, en la que los cariocas no pudieron resistir las ganas de aposentarse.

Visitar Niteroi no solo vale la pena por Niteroi y el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), sino porque desde allí se disfruta ver Rio, porque el trayecto en barco deja ver la grandeza del puente que une las dos ciudades. Lo mismo sucede con la experiencia de subir al corcovado y a la piedra del Pão de Açucar, valen la pena por la altura y la vista panorámica de la ciudad, pero no solo es eso, lo mágico no es que se ve una ciudad desde allá arriba, lo mágico no es que se ve el mar y las embarcaciones, lo mágico es que se ve Rio, Rio es eso, un embellecedor de percepciones.

Se que Rio padece problemas crueles, la corrupción política repercute en el pueblo, hay mucha pobreza e inseguridad en algunos sectores, la gente no confía en la policía, eso me llena de tristeza, no es ajena a los problemas que afligen tantas ciudades de América latina, pero así, con todos tus problemas, Rio, Eu te amo.