Estou no nordeste.

El 9 de diciembre me despedi de Sao Paulo, senti nostalgia porque deje varios buenos amigos, ahi sali en direccion a Natal, la capital de Rio grande do Norte, un pequeno estado al nororiente de Brasil, alla donde uno ve en googlemaps que Africa queda mas cerquita de suramerica de lo que uno se imagina.

Natal me quedo en la cabeza como una ciudad muy tranquila, no pasan muchas cosas, tiene una playa turistica muy bonita que se llama punta negra, pero esta muy llena de turistas, entonces alcanza a perderse en la congestion. Tiene unas playas mas populares como la playa del medio, que son un poco mas exoticas, con rocas en la arena que le dan un toque bastante particular.

No gastamos mucho tiempo ahi y al segundo dia nos fuimos a uno de los lugares mas lindos que conoci en Brasil, Pipa, RN, 1:30 hrs al sur de Natal, con 2 playas encantadoras, playa do amor y playa madeiro, ambas sensacionales, lo mejor para mi, es que por primera vez en la vida hice surfing, fue lo maximo, las olas eran perfectas, y la experiencia de la puta madre.

La area turistica de Pipa es muy completa, tiene muchisimas marcas de ropa y accesorios para actividades marinas, los restaurantes son de todos los precios, de lo mas top hasta PF (Prato Feito) de R$8.

Para completar, pipa tiene unas dunas maravillosas que reciben el mar, ahi hice sand surf, que tambien es un deporte bastante comun en ese sector y que la adrenalina es toda, otra actividad para no dejar de hacer.

Al 3er dia nos fuimos hacia el norte, llegamos a Ceara, otro estado del nordeste Brasilero, fuimos para conocer Canoa Quebrada. Playas exoticas, dunas, colinas, mucho comercio, mucho turismo, las torres de generacion de energia eolica me descrestaron, son impresionantemente grandes y contrario a lo que pensaba antes, le dan un toque unico a la region, de cierta manera me favorecio llegar entre semana, es muy tranquilo y asi pude aprovechar para descansar, trotar en la playa, practicar capoeira con mis amigos de Recife y dormir, ah!! y comer langosta y pescado a precios ridiculamente baratos, eso es imperdible aqui.

Despues de 7 dias en el nordeste y conocer muchas personas de esa region, que vale la pena mencionar la amabilidad y hospitalidad que me brindaron, me fui al aeropuerto de Natal, para viajar a mi ultima tanda de experiencias en este viaje a Brasil.